martes, 7 de marzo de 2017

Formación Docente

Formación Docente

La educación se ha ido transformado con el paso del tiempo al menos  eso es lo que aparentemente está sucediendo, de lo que hablan los autores, los medios de comunicación, los gobiernos, el recinto escolar, estudiantes y docentes. En algunos países este cambio se puede observar con un nivel más avanzado, con las tecnologías, las nuevas metodologías de enseñanza, las aulas virtuales, la educación a distancia, etc. Por supuesto, el hecho de que un país no cuente con grandes recursos tecnológicos no quiere decir que no h pueda innovar.

Es por esto que se está demandando una formación permanente del profesorado, ya que  cada día  las necesidades educativas se van transformado, desde los  contenidos que se enseñan, la interacción con los alumnos, los tareas que se realizan en el aula, como el concepto que se tiene de equipo y colaboración y la relación de los docentes con la dirección y su papel en el consejo escolar. Por lo antes dicho, es necesario  hacer una revisión en las competencias y los temas que los profesores de hoy necesitan, claro esto tenemos que ubicarlo en cada contexto social, político y económico, dependiendo la región, ciudad o país. Puesto que  no todos los centros educativos cuentan con los recursos económicos por parte de sus gobiernos y del estado para dicha formación, que además  es una inversión en educación.

La UNESCO define Formación del Profesorado para  1975, como un proceso dirigido a la revisión y renovación de conocimientos, actitudes y habilidades previamente adquiridas, determinado por la necesidad de actualizar los conocimientos como consecuencia de los cambios y avances de la tecnología y las ciencias. (Mayor, 1992

Con respecto a esta definición que nos ofrece la UNESCO de  hace cuarenta años podemos decir, que los objetivos  generales que se buscan en la formación del profesorado son los mismos, pues se busca  capacitar a los maestros de los conocimientos nuevos que van surgiendo, no solo en lo tecnológico, sino en lo personal y como ha cambiado su rol profesional.

Dentro de las competencias que debería tener el docente y que se deben de trabajar en la formación son las siguientes:


  • Empatía: Ser capaz de poder colocarse en el lugar de sus estudiantes, aprender a mirar a sus estudiantes de forma individual con sus necesidades intrínsecas, entender que no todos aprenden de la misma forma, que la metodología  no puede ser usada para todos, puesto que cada individuo es diferente.
  • Autonomía: Si bien es cierto, que el centro se rige por unas políticas y una dirección general que hay que respetar, y que se rige por un currículo, este tiene que  tener la libertad de hacer las modificaciones necesarias por el beneficio de sus estudiantes.
  • Crítico: Desarrollar la capacidad de expresar puntos de vistas a favor o en contra, siempre respetando a los demás, pero haciendo ver que no siempre la otra persona está en lo correcto.
  • Autocrítica: Saber que no siempre se tiene la razón, que también se equivoca, que no tiene la palabra absoluta y mucho menos el conocimiento general.
  • Comunicativo: Tener la capacidad de poder mantener un diálogo constructivo en beneficio de sus estudiantes, de la escuela y por el  desarrollo de un clima favorable en el centro.
  • Capacidad de Escucha: Saber oír a sus estudiantes, sus necesidades, inquietudes, sugerencias, dudas;  así como a toda la comunidad educativa, pero sin hacer juicios ni predisponerse a una actitud negativa.
  • Reflexivo: Debe pensar detenidamente las cosas antes de hacer juicios o conclusiones aceleradas.
  • Colaborativo: Trabajar en equipo con sus colegas y compañeros de centro, para  poder crear proyectos en conjunto que ayuden a la comunidad educativa.
  •  Creativo: Poder innovar con los recursos que tenga a su alcance. Implementar nuevas metodologías  y forma de hacer las cosas en la clase.

Un tema que nunca se podrá dejar de lado en la formación del profesorado es el de las TIC, que están para facilitar el trabajo de los docentes y los alumnos, pero que lamentablemente, si estos no saben hacer el uso correcto de estas,  no le sacaran el máximo beneficio en el desarrollo de las actividades escolares. De nada sirve tener tanta tecnología en un aula si el docente no sabe usar los equipos que tiene a su disposición, por lo tanto, los maestros deben enseñar a sus alumnos a como aprender a buscar las informaciones que le resulten precisas para su aprendizaje y su conocimiento.

Estas habilidades que el docente necesita desarrollar  puede hacerlo a través del intercambio que se produce en el aula con los alumnos, con los compañeros del centro, por medio de libros, revistas científicas, artículos en los periódicos, los medios de comunicación y el aporte que puedan hacer las familias a pesar de que estas siempre están a la defensiva de sus hijos.  Esto se plantea porque el docente no siempre tiene la disposición, el tiempo o los recursos de asistir un a un curso de formación o el centro educativo no cuente con la plataforma para facilitar dicha formación.

Para que estos procesos de formación sean eficientes deben de crearse espacios que permitan la reflexión individual y colectiva. Es por ello que  la formación del profesado se debe desarrollar en un ambiente de colectividad, donde las experiencias de otros maestros puedan ser compartidas y analizadas tomando los elementos más importante que ayuden a fortalecer y enriquecer la práctica educativa, de acuerdo al contexto de cada centro.
Mediante el proceso formativo es necesario que la confrontación, el debate de ideas y la crítica sean los elementos principales. La realidad es que esto no siempre se cumple, la formación profesional en muchos casos se ve como un requisito impuesto por el centro, al cual maestro tiene que asistir porque si no lo hace recibirá una amonestación, y no con la motivación de ver ese encuentro como un medio en el cual pueda exponer sus criterios y aportar con su experiencia.  Por ello, es necesario que la formación no se vea como un mero compromiso donde hay que asistir porque así lo dice el Ministerio de Educación. Pues supone que por medio de la formación el docente va a desarrollar todas las competencias antes expuestas y no solo eso sino que va a poder ponerlas en práctica, fortaleciendo todo su entorno no solo el aula, sino colaborando con sus demás compañeros, y en la creación de políticas que ayuden a reformar el centro al cual pertenece e influir para que otros cambien.
Es necesario decir que la escuela tiene que reinventarse pero este proceso debe desarrollarse en conjunto con el docente, el centro escolar no puede tener unas metas y el docente otras, debe der un trabajo en equipo. Por tanto, trabajar de manera individual ya sea a nivel de centro o en el aula no aporta a la experiencia del otro ni la experiencia misma, lo que impide que no se puedan analizar otros contextos, otras metodologías que puedan aportar al cambio.
El profesor es quien está en contacto directo con los alumnos, es quien debe de estar atento a ese proceso de aprendizaje,  por ende, debe capacitarse para aprender a mirar esas “diferencias” que cada estudiante tiene que lo hacen único uno del otro. Tiene que estar atento a observar que dicen esas miradas, que percibe a través de ellas. Y por medio de esta mirada obtenga un aprendizaje que beneficie a su vez la relación con sus estudiantes y el clima del aula.

Es importante que el docente desarrolle una actitud crítica y reflexiva en base a su práctica y la de sus colegas en cómo  esta pueda aportar hacia un desarrollo integral de los alumnos y de la escuela.  Esto puede ayudar a la capacitación por medio del intercambio de experiencias reflexivas que puedan enriquecer la práctica educativa. Es decir, la formación no solo se basa en cursos, talleres o seminarios, sino también  como el docente desde su entorno puede aportar a esa formación.






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